Por mi trabajo en X-POLE, visito muchos estudios, competiciones y escaparates. Después de conocer a la gente, siempre surge la pregunta inevitable: "Entonces, ¿haces pole o aerial?" Mi respuesta durante más de tres años ha sido siempre la misma: "No, pero si no estuviera tan ocupada, me encantaría probar."
Otro comentario suele ser algo parecido a: "Te debe encantar tener el estudio X-POLE justo encima de tu despacho, ¡seguro que estás ahí todos los días!" De nuevo, me encantaría responder con un sí rotundo, pero la verdad es que no he pisado el estudio en todo el tiempo que llevo en X-POLE, salvo por motivos de trabajo.
Últimamente, he tenido muchas conversaciones con gente sobre el bajo nivel de hombres que participan en Pole y Aerial también (tanto en términos de asistencia a clases como de participantes en competiciones). Nadie sabe muy bien por qué hay tan pocos, pero es un tema recurrente en las conversaciones que tengo con la gente en mis viajes.
Siempre me ha asombrado la destreza física, la confianza y la valentía de todos los competidores y artistas que veo en los eventos a los que asisto. Si a eso añadimos la creatividad de algunas de las piezas que la gente pone sobre el escenario, no puedo evitar admirar a todas y cada una de las personas que tienen la determinación y la disciplina de entrenar y llevar su visión al escenario.
Después de haber pensado largo y tendido sobre los puntos anteriores, he decidido poner mi dinero donde está mi boca y me pongo adelante para principiantes pole y principiantes clases de aro aéreo en El estudio Aerial Attic.
Para ser sincera, hace más de dos años que no voy al gimnasio ni hago ejercicio con regularidad, nunca he asistido a una clase de barra o de aro aéreo(he jugado un poco en ferias, rodajes de vídeo y exposiciones), así que estoy empezando desde el principio en todos los sentidos de la palabra.